CONSERVACIÓN DE LAS OSTRAS VIVAS
Cuando la ostra sale del agua, se limpia y se lleva a la depuradora. Finalizado el proceso de depuración, para su envío, se envasa en cajas de madera de forma que la ostra apoye sobre la parte cóncava, se introducen en cajas de porex y, en los meses más cálidos, se acompañan de una bolsa de hielo envasado al vacío (cold pack) para que, en todo momento, se mantenga la cadena de frio. El transporte hasta tu casa se realiza mediante servicio frio. Una vez en tu casa sigue estos cinco consejos para disfrutar tus ostras con total seguridad y frescura:
- Mantén las ostras entre 5 y 15 grados hasta su consumo, alejadas de la luz del sol y de cualquier fuente de calor. A nosotros, nos gusta consumir las ostras crudas a 12 grados, para ello, puedes ponerlas sobre hielo frappe al servirlas. Así no perderán la temperatura óptima.
- Para que una ostra se mantenga viva no debe perder su agua. Observa como las ostras van envasadas apoyadas sobre su concha más cóncava. Es importante que siempre las mantengas así. De esta manera, aunque abrieran, mantendrán el agua en su interior.
- Para evitar que abran, pon algo de peso sobre su caja. Si alguna ostra está abierta y viva, cerrará en cuanto la toques. En caso contrario no la consumas.
- Procura abrir las ostras en el momento de su consumo, desecha las ostras abiertas que no tengan agua o que presenten un olor desagradable.
- Cuando abras la ostra, vacía el agua y observa como la misma ostra vuelve a generar agua. Esta es la mejor garantía de que la ostra está viva.
De esta manera puedes conservarlas hasta una semana. Si crees que no las vas a consumir en este tiempo prueba congelar las ostras sin concha, escabecharlas o guardarlas cocinadas. Es muy fácil.
Me han encantado. Ricas todas un pason !!!